Ataques de ransomware y las filtraciones de datos en el sector fintech
Los ataques de ransomware y las filtraciones de datos se encuentran entre los desafíos de ciberseguridad más críticos que enfrentan hoy las empresas fintech. Aunque a menudo se agrupan bajo una misma categoría, estas amenazas difieren en su funcionamiento, en el tipo de daño que provocan y en la forma en que las organizaciones deben responder.
En ambos casos, la motivación financiera suele ser el motor principal, pero el panorama está cambiando. Los atacantes combinan técnicas, persiguen fines ideológicos o políticos y emplean métodos cada vez más sofisticados. El fin es el mismo: vulnerar los sistemas del sector fintech.
A medida que las amenazas se vuelven más complejas, las empresas fintech deben ir más allá de los modelos tradicionales de defensa. Deben adoptar una estrategia de ciberseguridad proactiva y personalizada, una estrategia que se alinee con las realidades operativas específicas de las plataformas financieras digitales.

Ataques ransomware y filtraciones de datos: Diferencias clave
Comprendiendo los ataques de ransomware
Este tipo de ataque comienza cuando actores maliciosos despliegan malware para cifrar archivos o sistemas críticos. De este modo los dejan inoperativos. Luego, exigen un rescate económico a cambio de una clave de descifrado que permita restaurar el acceso.
Cada vez con mayor frecuencia, estos ataques incluyen una fase previa de exfiltración de datos. Esto permite a los atacantes amenazar con su divulgación pública si no se paga el rescate. A esta táctica se la conoce como doble extorsión.
En 2024, el sector de servicios financieros registró la mayor tasa de incidentes de ransomware de su historia, según informes de la industria. Los vectores de ataque más comunes fueron:
Credenciales de usuario comprometidas
Vulnerabilidades sin parchear
Correos electrónicos maliciosos y ataques de phishing
Puntos de acceso mal configurados
Ataques de fuerza bruta
Comprendiendo las filtraciones de datos
A diferencia del ransomware, las filtraciones de datos implican el acceso no autorizado a información sensible. A menudo, estos ataques no causan una interrupción inmediata en los sistemas. Los datos robados pueden incluir:
Información personal identificable (PII)
Registros financieros
Tokens de autenticación
Activos empresariales confidenciales
Aunque muchas filtraciones tienen una motivación económica, no es la única. Cada vez están más relacionadas con el espionaje, el activismo ideológico y el daño reputacional deliberado.
Además de ser más frecuentes, también son cada vez más costosas. El coste medio de una filtración de datos en el sector financiero ha alcanzado los 6,08 millones de dólares. Esto trae consecuencias a largo plazo que incluyen sanciones regulatorias, pérdida de clientes y deterioro de la confianza.

¿Qué motiva estos ataques?
Aunque muchos suponen que todos los ciberataques tienen una motivación económica, la realidad es mucho más compleja. En el sector fintech, la combinación de datos sensibles y plataformas de alta confianza convierte a las organizaciones en objetivos atractivos por múltiples razones.
Ataques de ransomware: extorsión con variantes
El objetivo principal de la mayoría de los ataques de ransomware sigue siendo la extorsión económica. Los atacantes cifran sistemas críticos para el negocio y exigen un pago a cambio de restaurar el acceso. Sin embargo, en los últimos años sus tácticas han evolucionado:
Doble extorsión: Antes de cifrar los datos, los atacantes los roban y amenazan con publicarlos o venderlos si no se paga el rescate.
Interrupción operativa: Algunas campañas de ransomware buscan generar caos, paralizando servicios financieros o infraestructuras críticas, muchas veces con fines políticos o ideológicos.
Espionaje y robo de datos: Aunque menos frecuente, ciertos grupos avanzados utilizan el cifrado como una cortina de humo para realizar robos de información más profundos y silenciosos.
Filtraciones de datos: silenciosas, dirigidas y con frecuencia ideológicas
Aunque menos visibles que el ransomware en el corto plazo, las filtraciones de datos pueden provocar daños igual de graves a largo plazo. Las motivaciones detrás de estas intrusiones incluyen:
Ganancia económica: Robo de datos personales o financieros sensibles para cometer fraudes, suplantación de identidad o venta en mercados clandestinos.
Espionaje corporativo: Acceso a secretos industriales, algoritmos propios o estrategias de negocio con fines competitivos.
Hacktivismo: Ataques motivados por causas políticas o sociales, orientados a exponer o interrumpir a organizaciones consideradas “controvertidas”.
Daño reputacional o sabotaje: Acciones diseñadas para erosionar la confianza pública o desestabilizar operaciones clave.
Amenazas internas: Empleados o colaboradores descontentos que, con acceso legítimo, filtran o venden datos por motivos personales o ideológicos.
Ataques recientes en el ecosistema fintech
Varios ataques de alto perfil ocurridos en los últimos dos años demuestran que las empresas fintech, sin importar su tamaño o ubicación geográfica, son vulnerables:
Harvest (Francia, 2025): Una reconocida empresa fintech francesa fue atacada por el grupo de ransomware Run Some Wares, lo que resultó en el robo de documentos internos y datos de clientes.
C-Edge Technologies (India, 2024): Un ataque de ransomware interrumpió los servicios bancarios centrales de más de 300 bancos pequeños, provocado por la mala configuración de un servidor de terceros.
Finastra (Reino Unido, 2024): Una de las fintech más grandes del mundo sufrió una filtración a través de su plataforma de transferencia segura de archivos, afectando a más de 400 clientes.
Truist Bank (EE. UU., 2024): Una filtración de datos expuso registros de empleados, los cuales posteriormente aparecieron a la venta en la dark web.
Globalcaja (España, 2023): El grupo de ransomware Play cifró sistemas críticos y robó documentos confidenciales, tanto personales como empresariales, lo que obligó al cierre temporal de algunas sucursales.
Estos casos revelan una verdad incómoda: incluso las instituciones con programas de ciberseguridad maduros no están a salvo. La sofisticación y capacidad de adaptación de los atacantes está superando las defensas tradicionales.
¿Son eficaces las medidas actuales de ciberseguridad?
La mayoría de las instituciones financieras han realizado grandes inversiones en ciberseguridad. Hoy en día, medidas como la autenticación multifactor (MFA), los controles de acceso seguros, las soluciones de detección y respuesta en endpoints (EDR) y las evaluaciones periódicas de riesgos se consideran estándares básicos. Algunas empresas también están incorporando sistemas de detección de anomalías basados en inteligencia artificial para identificar amenazas en tiempo real.
Sin embargo, muchas de estas medidas están orientadas al cumplimiento normativo, no al comportamiento real de los atacantes. Por eso los cibercriminales siguen encontrando formas de entrar. Cada vez con más frecuencia, emplean vulnerabilidades de tipo zero-day, puntos de entrada multivectoriales y ataques dirigidos a la cadena de suministro para eludir las defensas.
Está claro que, aunque las capacidades de ciberseguridad han evolucionado, el panorama de amenazas lo ha hecho aún más rápido. Esto exige un enfoque más personalizado, predictivo y adaptado a la realidad operativa de cada fintech.
Por ello, un número creciente de empresas del sector está adoptando estrategias de defensa basadas en la exposición. Estrategias que más allá de la simple prevención y detección.
En lugar de esperar una alerta, ahora se hacen una pregunta más crítica: “¿Por dónde podría entrar un atacante y hasta dónde podría llegar si lo hiciera?”
Construyendo resiliencia con una estrategia de ciberseguridad centrada en fintech
Defender una plataforma fintech no es lo mismo que proteger una empresa tradicional. APIs abiertas, finanzas embebidas, ciclos rápidos de desarrollo, criptomonedas y flujos de datos de alto valor hacen que las exigencias de seguridad sean únicas y estén en constante evolución.
En Clovr Labs, abordamos la ciberseguridad desde dentro del ecosistema fintech. Hemos construido plataformas, escalado productos y enfrentado las realidades del cumplimiento normativo. Por eso nuestras soluciones están diseñadas según cómo realmente operan las fintechs.
Nuestra metodología se basa en:
Mapear la exposición real de tu stack tecnológico.
Simular cómo actuaría un atacante en tu entorno.
Diseñar defensas que se adapten a tu modelo de negocio, sin frenar la innovación.
A esto lo llamamos seguridad líquida y no lineal: protección ágil para fintechs que se mueven rápido.
Si tu empresa sigue confiando en marcos de ciberseguridad genéricos, es momento de replantear la estrategia. Los atacantes ya lo han hecho.
No esperes a sufrir un ataque para poner a prueba tus defensas. Identifiquemos tus puntos de riesgo ahora, antes de que lo hagan otros.